Un nuevo estudio realizado por investigadores del Instituto de Medicina Nutricional en Alemania, determinó que la fructuosa, el azúcar contenida en las frutas y jugos, estimularía el sobrepeso en los niños.
Los investigadores evaluaron la reducción temporal del consumo de este tipo de azúcar natural en un grupo de 15 niños cuyas edades oscilaban entre los 5 y 8 años y comprobaron que dicha reducción estimuló la pérdida de peso en el grupo de control.
El estudio duró tres meses, periodo en el cual los niños recibieron alimentos con la mitad de la fructosa, en función de su alimentación anterior. La conclusión fue que una reducción temporal en el consumo de este tipo de azúcar puede tener un efecto beneficioso en niños obesos.
El estudio hace referencia a una reducción y no a la eliminación de las frutas en las dietas infantiles, que son más que beneficiosas a nivel nutricional ya que representan las fuentes naturales de vitaminas y minerales y su consumo es indispensable para una dieta equilibrada.
La presente investigación habla de obesidad instalada, donde se deben elaborar planes nutricionales con profesionales que realicen evaluaciones individuales, para establecer una dieta infantil específica.