Un estilo de vida saludable incluye una alimentación completa, balanceada y nutritiva, en combinación con una rutina de ejercicios apropiada para ti.
La actividad física es esencial en el estilo de vida saludable de un niño, de una mujer embarazada, de un adolescente, de un adulto mayor, de una persona saludable o con alguna condición médica… en conclusión, de todos.
La actividad física brindará grandes beneficios para tu salud y bienestar. Entre sus beneficios, están:
-
Disminuye el riesgo de enfermedades como diabetes, hipertensión, cáncer de colon, cáncer de mama y niveles de colesterol elevados.
-
Previene caídas.
-
Reduce la depresión.
-
Ayuda a la pérdida de peso y reduce la obesidad alrededor del abdomen.
-
Aumenta la densidad de los huesos.
-
Mejora el sueño.
-
Aumenta tu nivel de energía.
-
Te dará una sensación de bienestar.
Estos son sólo algunos de los muchos beneficios que te provee la actividad física.
Existen dos tipos principales: ejercicios aeróbicos y de resistencia. En los ejercicios aeróbicos, se aumenta tu ritmo cardiaco y utilizas todos tus músculos rítmicamente. Se incluyen ejercicios como correr, montar bicicleta, saltar, bailar y nadar. Los ejercicios de resistencia tonifican tus músculos, haciéndolos trabajar más de lo normal. Estos ejercicios incluyen escalar, levantar pesas o estirar con bandas de resistencia. Una combinación de los dos tipos te brindará los mejores resultados.
En las Guías de Actividad Física para los Americanos del Departamento de Salud de los Estados Unidos (publicadas en el 2008), te sugieren 150 minutos de actividad física a la semana. Con este tiempo de actividad física, se ha demostrado que las personas obtienen grandes beneficios en su salud. Mientras más actividad física realices, los beneficios serán mayores, así que si ya estás cumpliendo con 150 minutos a la semana, ponte como meta aumentar hasta llegar a los 300 minutos semanales, distribuidos en diferentes días.
La actividad física puede ser realizada en lapsos de diez minutos, aumentando poco a poco este tiempo hasta que tú te sientas seguro(a) con tu rutina de ejercicios. No es necesario que empieces con 150 minutos a la semana; si no has realizado ejercicios últimamente, puedes empezar con tan sólo 60 minutos a la semana, es decir, diez minutos seis veces a la semana.
El hacer un poco de actividad física te brindará mayores beneficios que no hacer nada. ¡Así que no pienses más y comienza tu rutina hoy mismo! Recuerda que debes consultar con tu médico antes de iniciar cualquier rutina de ejercicios, especialmente si eres una mujer embarazada, una mujer en período de lactancia o si tienes una condición médica como diabetes, hipertensión u osteoporosis.